Estos días han sido especialmente difíciles hemos visto partir a muchas leyendas como por ejemplo Jim Parkinson en el mundo del diseño gráfico y la tipografía. Pero también se suman personajes famosos como Diogo Jota, o actores como Julian McMahon o Michael Madsen. Y es que cuando menos lo esperamos podemos partir de este mundo, es por eso que cuando una persona relevante nos deja, también nos invita a reflexionar sobre nuestro paso por el mundo ya sea los momentos vividos o nuestro arte o diseño plasmados a lo largo del tiempo. Esta nota quiere ser un pequeño tributo a Jim Parkinson: el hombre detrás de las tipografías que inmortalizó su arte tipográfico.
Tributo a un hombre que dejó su huella en cada tipografía a través del papel y las pantallas digitales
Un artesano de la tipografía
Recordemos al diseñador tipográfico, rotulista y pintor Jim Parkinson, un hombre que nació en la ciudad de Oakland, California en 1941. Falleció en su hogar el 27 de junio de 2025, después de una larga lucha contra el Alzheimer. A la edad de 83 años, dejó un legado tipográfico notorio que recordaremos por siempre en el mundo del diseño gráfico. También se ganó el respeto de la comunidad internacional de diseñadores, artistas y tipógrafos.
Su esposa Dorothy A. Yule, artista del libro, fue su esposa desde 2010, lo acompañó y cuidó en sus últimos años. Una historia de amor y pasión por el arte que refleja la importancia y huella que dejó Jim en esta vida.
Los primeros años de la mano del: «Mago de la Escritura»
Jim nació el 23 de octubre de 1941 en Oakland. Tuvo la dicha de conocer a: Abraham Lincoln Paulsen, un hombre al que apodaban el «Mago de la Escritura», vivía justo al frente de su casa. Paulsen, poseía la habilidad de redactar el Discurso de Gettysburg al revés usando únicamente un lápiz número 2, esta fue la chispa que necesitó Jim para iniciar la pasión por las letras. Algo que lo acompañaría durante toda su vida.
En su juventud, Parkinson inició el aprendizaje autodidacta: compraba manuales de rotulación por correspondencia y estudiaba tipografías históricas. Esto le permitió tener un toque de nostalgia visual y combinarlo con su técnica extraordinaria. Huella que dejaría notablemente en sus proyectos.
Los años de universidad y el paso por Hallmark Cards
Jim realizó sus estudios profesionales en California College of Arts and Crafts, allí se graduó en diseño y pintura. En 1963, se trasladó a Kansas City y trabajó para Hallmark Cards. Fue allí donde se dio cuenta que su verdadera pasión iba más allá de ilustrar tiernos conejos, realmente su talento estaba en el arte de la rotulación. Desde entonces no se separaría nucna más de la vocación de las letras.
Regresó a Oakland, e inició su carrera como profesional independiente durante más de cinco décadas. Parkinson era más que un diseñador de letras, era un alquimista visual podía crear experiencias únicas en cada caracter.
El legado de Jim Parkinson en las portadas de todo el mundo
Gracias a las maravillosas habilidades de Jim Parkinson pudo ir más allá de lo convencional. Realizaba titulares publicitarios y logotipos memorables para bandas famosas como: The Doobie Brothers, circos como Ringling Bros. and Barnum & Bailey, e identidades para publicaciones tan prestigiosas como Rolling Stone, The New York Times Magazine, Los Angeles Times y California Magazine, todos estos proyectos le permitieron dejar una huella imborrable en la historia del diseño gráfico y la tipografía.
Sus trabajos se perciben como únicos e inconfundibles, con un estilo muy personal que destaca por su habilidad para interpretar los diseños con un estilo moderno. Era muy normal ver su firma gráfica de forma simultanea en los quioscos de revistas estadounidenses e internacionales.
“Jim fue el artista de letras que todos los directores de arte querían tener cerca”, comentó: Stephen Coles, curador de Letterform Archive. “Sabía cómo actualizar una publicación sin perder su esencia”.
El arte hecho letrero
En los últimos años del especialista en tipografías sus proyectos ya no estaban ligados al diseño o tipografía. Jim se empezó a especializar en la pintura. Pero su temática se basaba en los letreros de neón antiguos, muchos de los que se encontraba en sus viajes por carretera por el oeste de Estados Unidos. Los pintaba y mostraba un estilo melancólico capturando su belleza y la decadencia de lo efímero.
Sus cuadros, llenos de tubos rotos y pintura descascarada, también decoraban su hogar, la gente pudo ser testigo de su sensibilidad visual. La extensión de su obra tipográfica: memoria, arte y lenguaje permiten contar muchas historias.
Una vida que dejó huella en el mundo del arte, la publicidad y el diseño gráfico
Jim Parkinson dejó escritas sus memorias, serán publicadas en Letterform Archive a finales de este año. Esto permitirá que muchas generaciones puedan conocer al artista detrás de su obra.
También realizarán un tributo en otoño, en donde se reunirán: familia, amigos y colegas para honrar su legado. Su familia pidió que en lugar de flores, realicen donaciones a la Asociación de Alzheimer, misma que acompañó a Jim al final de su vida.
Pensamientos finales sobre la vida de Jim Parkinson
Cuando la vela de una figura tan importante en el mundo del diseño gráfico, sólo nos queda contemplar su obra y recordar lo más valioso detrás de sus trabajos. La figura del hombre detrás de la creación. Jim Parkinson será conocido por siempre por su fascinante técnica y su estilo emocional. Un maestro del trazo en una época moderna. Sus creaciones son una conexión cultural era accesible y vibrante.
Reflexiones del diseño gráfico más allá de la muerte
Aunque nunca más podremos ver obras del maravilloso Jim Parkinson, es un momento perfecto para conocer el poder que envuelve el diseño gráfico y como el ser humano detrás de su obra sigue siendo relevante en tiempos de tanta inteligencia artificial. Un mundo que cambia y cada vez es más acelerado, este tipo de situaciones nos permiten detenernos por un momento y pensar en el trabajo que muchas veces perdura más que el propio cuerpo. Construyendo puentes entre épocas, para que alguien del hoy o el mañana pueda revisitar un estilo único, cargado de nostalgia.